8 de marzo de 2025, CCP pone en este día el acento en el riesgo que puede suponer la IA para la Igualdad de Género

Publicado en Notas de Prensa

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CCP reivindica, en plena era digital, una revisión profunda de la educación para evitar que la desigualdad de género se perpetúe a través de la IA de forma inadvertida

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8/03/2025.- En este día, desde CCP nos hacemos la siguiente reflexión urgente: ¿Por qué sigue existiendo desigualdad de género en pleno siglo XXI? ¿Qué papel juegan la educación y la tecnología? 

CCP considera que la tecnología lejos de ser neutral, puede reforzar las desigualdades estructurales de forma inadvertida,  por este motivo, aboga por una revisión profunda de la educación. 

Mª José Fraile, secretaria de Igualdad y Conciliación y vicepresidenta de CCP, ha elaborado un comunicado en el que profundiza sobre este asunto con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer y que ha titulado “La Igualdad de Género en la Era Digital” . 

Desde pequeñas, las niñas reciben mensajes, sutiles o directos, sobre lo que deben ser o hacer según su género. Estereotipos que las empujan a carreras menos remuneradas o consideradas "de cuidado", mientras que los niños son incentivados a competir, explorar y liderar. Esto se traduce en una brecha significativa en campos estratégicos y áreas de alta demanda como la tecnología y las ciencias, donde las mujeres siguen estando infrarrepresentadas (solo el 29,8% de los ocupados en el sector son mujeres, frente al 46,3% en el resto de la economía española).

Y aquí es donde entra la inteligencia artificial, que lejos de ser un factor neutral, puede reforzar y amplificar las desigualdades de género que ya existen en la sociedad. Estudios han mostrado que los sistemas de IA, al ser alimentados con datos históricos, terminan replicando patrones de discriminación de género y sesgos inconscientes de sus desarrolladores. Un claro ejemplo de esto fue el algoritmo de selección de personal de una gran empresa de comercio electrónico, que penalizaba los currículums que contenían la palabra “mujer” al interpretar que las mujeres tienen menos "atributos de liderazgo", sin tomar en cuenta la brecha de género que históricamente ha existido en posiciones de poder.

En el ámbito de la salud, la falta de representación de datos de mujeres o grupos minoritarios está sesgando los algoritmos predictivos de IA, afectando la precisión de los diagnósticos y tratamientos. Esto, unido a la falta de investigación centrada en las necesidades específicas de salud femenina, sigue teniendo consecuencias graves, afectando no solo la vida de las mujeres, sino también su capacidad para acceder a un tratamiento adecuado y eficaz. 

Estos son solo unos ejemplos de cómo la tecnología, lejos de ser neutral, puede reforzar las desigualdades estructurales de forma inadvertida. 

El propio ChatGPT, cuando es preguntado, indica que la IA no tiene inherentemente género ni ideología, pero reconoce que los sesgos en los conjuntos de datos utilizados para entrenar modelos de IA es posible que perpetúen estereotipos de género o discriminación. 

En un mundo que cada vez depende más de la tecnología, si no tomamos medidas ahora, la brecha de género no solo persistirá, sino que se amplificará. Ahora bien, ¿Qué podemos hacer para evitarlo? 

Desde CCP creemos firmemente que la solución no está solo en legislar más o crear sistemas de IA "imparciales", sino en una revisión profunda de la educación. Necesitamos formar y concienciar a las futuras generaciones con una perspectiva crítica de género desde la base y en todos los niveles, eliminando los estereotipos de género que limitan las aspiraciones de las niñas y abren las puertas de oportunidades sin importar su sexo. Además, es vital que las futuras generaciones reciban una formación que les permita entender cómo sus sesgos personales pueden influir en los productos que crean, como los sistemas de inteligencia artificial. Asimismo, los sistemas de IA deben ser diseñados y entrenados por equipos diversos, donde las mujeres también tengan un rol activo en su creación y supervisión. Actualmente, solo un 22% de mujeres participa activamente en el desarrollo y adopción de la IA según datos del Foro Económico Mundial de la UNESCO. Esta falta de diversidad acentúa las desigualdades y los prejuicios sociales.

Por otro lado, es crucial que las empresas tecnológicas asuman la responsabilidad de identificar y corregir los sesgos en sus algoritmos antes de que estos lleguen al mercado, garantizando así que sus sistemas de IA no perpetúen ni incrementen las desigualdades. Si queremos que la inteligencia artificial sea nuestro aliada en la lucha por la igualdad de género y el motor de cambio hacia una sociedad más igualitaria y justa, debe ser diseñada con un enfoque inclusivo desde su concepción y utilizada de manera responsable, ética y diversa.
 

Este 8 de marzo, Confederación de Cuadros y Profesionales renueva, un año más, su compromiso con la igualdad de género real y efectiva, reivindicando que esté presente, no solo en las leyes, sino también en las tecnologías que construimos y en la educación que ofrecemos. En plena era digital, solo si combinamos educación inclusiva y cultura tecnológica ética podremos garantizar que la brecha de género no solo se cierre, sino que desaparezca, abriendo el camino hacia una sociedad verdaderamente igualitaria. ¿Estamos listos para asumir ese desafío? 

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