“Hasta el 2059 las mujeres no podrán cobrar lo mismo que los hombres de seguir al mismo ritmo que hasta ahora”
Hace ya 44 años que la ONU proclamó el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer, pero ya en la Antigua Grecia prendió la llama de la lucha por la igualdad de género, liderando Lisístrata la primera huelga protagonizada por mujeres desde su papel de protagonista de la obra homónima de Aristófanes.
Hace justo un año, millones de mujeres españolas hicieron historia inundando las calles para clamar por la igualdad real y denunciar la discriminación que aún sufren, tanto en el ámbito laboral como personal, por el simple hecho de ser mujer. Lamentablemente, poco ha cambiado desde entonces, salvo la mayor consciencia social y visibilidad de la desigualdad.
Como bien advertía Simone de Beauvoir, “Bastará una crisis política, económica o religiosa para que los derechos de las mujeres vuelvan a ser cuestionados. Estos derechos nunca se dan por adquiridos, debéis permanecer vigilantes toda vuestra vida”.
Y así es. A día de hoy, las mujeres siguen sufriendo múltiples violencias y discriminaciones, continúan siendo invisibles en los libros de texto, a pesar de que la educación es un pilar fundamental para acabar con la desigualdad, padecen mayor precariedad laboral, tienen menos presencia en la vida pública y puestos de dirección, y se enfrentan a techos de cristal y sobrecarga de cuidados.
A nivel salarial, a pesar de que el principio «a igual trabajo, igual salario» está consagrado en los Tratados de la UE y que la legislación de la UE prohíbe la discriminación directa e indirecta por razón de sexo, en la práctica las europeas ganan de media un 16,2% menos que los europeos.
Aunque la brecha salarial ha disminuido, lo ha hecho de forma tan lenta, que, de seguir este ritmo, hasta el 2059 las mujeres no podrán cobrar lo mismo que los hombres, por hacer el mismo trabajo. Y no olvidemos que, a menor pago, menor jubilación y menores beneficios.
Ante esta situación, la Comisión Europa ha puesto, recientemente, en marcha una consulta pública para explorar mejoras en la lucha contra la brecha salarial entre hombres y mujeres en la Unión Europea. En dicha consulta pública ha participado nuestra organización Confederación de Cuadros y Profesionales (CCP), a través del grupo de trabajo que Confederación Europea de Cuadros (CEC) ha constituido sobre la igualdad de género y del que forma parte nuestra Secretaria de Igualdad, María José Fraile.
Desde CEC se reivindica la necesidad de implementar auditorías independientes y obligatorias en materia de igualdad de género, para garantizar la transparencia salarial y acabar con la opacidad de los criterios retributivos.
Como afirma el escritor americano Joss Whedon, “La igualdad es como la gravedad, una necesidad”, y esa falta de igualdad afecta a la sociedad en su conjunto; por ello debiera ser una exigencia de toda la ciudadanía, incluyendo a los hombres, quienes sin su firme compromiso, no podremos alcanzar nunca la plena igualdad.
La reivindicación de igualdad real no es una cuestión de moda, ni un problema de mujeres. La igualdad es una cuestión de justicia social. Y dicha igualdad debe comenzar en casa, en la escuela, en la universidad, y permanecer presente durante toda nuestra vida, en nuestras acciones diarias, seas hombre o mujer, niño o niña.
Como diría la Premio Nobel de Medicina, Rosalyn Yalow, “El mundo no puede permitirse la pérdida de los talentos de la mitad de las personas, si es que estamos aquí para resolver la multitud de problemas que nos preocupan”.
Mª José Fraile
Vicepresidenta y Secretaria de Igualdad y Conciliación de CCP