26/04/2024.- En el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo 2024, que se celebra el 28 de abril, desde Confederación de Cuadros y Profesionales (CCP) ponemos el foco en la afección de los riesgos psicosociales y los problemas de salud mental al colectivo de Técnicos, Mandos y Managers en el entorno laboral.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que cada año se pierden 12.000 millones de días de trabajo debido a la depresión y la ansiedad, la gran carga de trabajo, los comportamientos negativos y otros factores que generan angustia en el trabajo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que mil millones de personas viven con un trastorno mental y el 15% de los adultos en edad de trabajar experimentan trastornos mentales al año. La intimidación y la violencia psicológica (también conocida como "mobbing"), son las quejas clave de acoso laboral que tienen un impacto negativo en la salud mental. Sin embargo, hablar o revelar la salud mental sigue siendo un tabú en los entornos laborales en general, y en el colectivo de técnicos y mandos en particular.
En CCP proponemos que la prevención de los factores de riesgos psicosociales sea incorporada en la negociación colectiva. De forma que sea de obligado cumplimiento el control de los riesgos provocados por el exceso de exigencias psicológicas del trabajo.
La falta de control, influencia y desarrollo en el trabajo; la falta de apoyo social y de calidad de liderazgo; las escasas compensaciones del trabajo cuando se falta al respeto, cambios de puesto o servicio contra nuestra voluntad, un trato injusto e incluso violento o no se reconoce el trabajo, son todos ellos riesgos psicosociales que ocurren con mayor frecuencia de lo que se conoce y que en CCP proponemos sean erradicados.
Para minimizar los efectos de una mala salud mental, en CCP exigimos a las administraciones públicas una reevaluación de la política nacional en materia de seguridad y salud en el trabajo, con la participación de las empresas, trabajadores y sus representantes. La prevención más eficaz es aquella que actúa sobre el origen, modificando las condiciones de la organización del trabajo y evitando la exposición a los riesgos. La vigilancia de la salud permite atenuar el daño mediante la detección precoz, pero no lo evita. La acción preventiva debe tener una visión más integral e integradora de las disciplinas clásicas: higiene, seguridad, ergonomía, psicosociología y medicina del trabajo, así como de la interacción entre las condiciones de vida y de trabajo y la influencia de las situaciones de vulnerabilidad y desigualdad, con especial atención a la discriminación.
"Es hora de centrarse en el efecto perjudicial que el trabajo puede tener en nuestra salud mental"
CCP comparte con el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS, "El bienestar del individuo es razón suficiente para actuar, pero una mala salud mental también puede tener un impacto debilitante en el rendimiento y la productividad de una persona. Estas nuevas directrices pueden ayudar a prevenir situaciones y culturas laborales negativas y ofrecer una protección y un apoyo a la salud mental muy necesarios para los trabajadores."