25/11/2014.- La violencia contra la mujer es una lacra que se produce en todos los rincones del planeta y que se manifiesta de diferentes formas: desde el acoso sexual hasta la mutilación genital, pasando por el matrimonio forzoso y los crímenes de honor. Y en este sentido las cifras son dramáticas: una de cada tres mujeres ha soportado, alguna vez, violencia física o sexual, principalmente por un compañero sentimental; cerca de 120 millones de niñas han sufrido el coito forzado u otro tipo de relaciones sexuales forzadas en algún momento de sus vidas; y 133 millones de mujeres y niñas se han visto sometidas a la mutilación genital femenina.

En Europa, entre el 12% y el 15% de mujeres se enfrentan a la violencia de género cada día. Y en España, desde el año 2003, han sido asesinadas 755 mujeres por sus parejas o ex parejas.

Los ejemplos de violencia contra las mujeres son interminables. Sus víctimas, incontables. Estamos, sin duda, ante la violación de los derechos humanos más extendida de nuestro tiempo, consecuencia directa de la discriminación que sufren las mujeres, no sólo ante la Ley, sino también en la práctica.

La escasez de denuncias, tanto por parte de las propias víctimas como de terceros, es un indicativo de la cultura de tolerancia frente a la violencia y desigualdad que sufren las mujeres. En España, de las 45 mujeres asesinadas este año, sólo 14, es decir, el 31,1%, habían presentado denuncia contra quienes acabaron siendo sus asesinos, e incluso 2 de ellas retiraron la denuncia.

Afortunadamente, la violencia contra las mujeres no es inevitable. Vivir sin violencia es un derecho, y por ello, se puede combatir con leyes y recursos destinados a proteger a las víctimas y perseguir a los autores.

También se puede prevenir, mediante la educación en valores de igualdad, respeto, y tolerancia cero frente a todo tipo de violencia o discriminación. Pero para ello, es necesario un cambio de mentalidad y de actitud de gobiernos, organizaciones, y de toda la sociedad en su conjunto.

Desde Confederación de Cuadros y Profesionales (CCP) consideramos que para la eliminación progresiva de la violencia contra las mujeres es imprescindible combatir y acabar con la desigualdad y discriminación de género. Por eso, la lucha y acciones no deben limitarse a prevenir o combatir la violencia, es necesario que, además, se abra a las mujeres el acceso a las oportunidades económicas, que se asegure su igualdad de participación en la vida pública, que se deroguen leyes y se erradiquen prácticas discriminatorias y, sobre todo, que se garantice la educación y la concienciación de todos y todas para acabar con la violencia.

Todos y todas podemos convertirnos en agentes del cambio, si nos concienciamos que la violencia contra las mujeres es uno de los principales mecanismos sociales que niegan a las mujeres la igualdad y que tiene costos personales, familiares, sociales, sanitarios y económicos incalculables y perdurables durante generaciones.

Firmado por: Mª José Fraile Vicepresidenta de Confederación de Cuadros y Profesionales (CCP) y titular de la Secretaría Técnica de Igualdad y Conciliación de la organización