¿Puede la Inteligencia Artificial combatir la discriminación de género?

¿Puede la Inteligencia Artificial combatir la discriminación de género?

10/03/2023.- La tecnología es la industria con mayor capacidad para transformar el mundo, y es en la Inteligencia Artificial (IA) donde han puesto el foco los miembros del grupo de trabajo de CEC European Managers sobre Igualdad de Género y Diversidad, en el que participa Confederación de Cuadros y Profesionales (CCP) a través de su vicepresidenta y secretaria de Igualdad y Conciliación, Mª José Fraile.

Fraile y el resto de los componente de este grupo se volvieron a reunir ayer en un encuentro telemático en el que plantearon el reto de utilizar la IA para combatir la discriminación digital, incluida la de género.

El análisis y los planteamientos más sobresalientes que aquí se debatieron los ha recogido nuestra vicepresidenta y secretaria de Igualdad y Conciliación en un artículo que exponemos a continuación.

La desigualdad de género también está presente en los algoritmos. La IA refleja sesgos y desigualdades sociales: ¿cómo podemos mejorarla?

La IA es una herramienta que ofrece grandes posibilidades en ámbitos como la medicina, la eficiencia energética, el desarrollo sostenible, el medio ambiente, el cambio climático y las emergencias humanitarias, entre otros. Sin embargo, la IA también plantea nuevos desafíos, especialmente para combatir la discriminación de género.

Un ejemplo claro es el de los sistemas de recomendación o buscadores de nuestros dispositivos móviles porque pueden discriminar a la hora de ofrecernos determinados productos o servicios en función del género. Del mismo modo, debido a la existencia de sesgos históricos o culturales, los algoritmos de IA que procesan los datos de las personas en las herramientas de selección de personal pueden beneficiar a una clase en detrimento de otra. Por clase entendemos un determinado género, grupo de edad, comunidad o colectivo.

Mujeres y hombres deben afrontar este reto ético en relación con la IA

Por un lado, como consumidores (dispositivos IoT, robots, plataformas digitales, etc.) debemos responsabilizarnos de tomar decisiones informadas que nos permitan hacer elecciones justas, respetuosas con los demás y sostenibles: nuestras elecciones tienen el poder de transformar esos algoritmos que aprenden de los datos (algoritmos de machine learning) para promover la igualdad).

En este contexto, es importante abordar las siguientes cuestiones:

¿Puede la IA combatir la discriminación? ¿Qué pasos se pueden dar hacia la igualdad?

Para responder a estas pregunta, debemos adoptar un enfoque multifactorial:

-De la diversidad a la educación: crear equipos multidisciplinares de desarrolladores de IA que estén representados a partes iguales por mujeres y hombres.

-Desde el debate social y la acción política: promoviendo campañas de sensibilización y políticas que fomenten la igualdad de oportunidades en el mundo académico, en el mundo empresarial y en la producción industrial o cultural.

-Desde el punto de vista técnico: también es necesaria la transparencia y accesibilidad de los algoritmos para poder comprobar que no están vinculados a estereotipos de género, raza, edad, religión o nacionalidad y que pueden ser validados por auditorías.

2) Padres que trabajan: ¿Pueden y quieren conciliar trabajo y cuidados?

La maternidad es una fuente importante de identidad para las mujeres, pero la paternidad no lo es. Por ello, no es de extrañar que las políticas y medidas de conciliación de la vida laboral, personal y familiar se hayan dirigido principalmente a las mujeres y sólo de forma residual a los hombres.

La situación, sin embargo, está cambiando gradualmente en España y en Europa, porque los hombres también quieren participar en el cuidado de sus hijos y porque el contexto demográfico les obliga a tomarse en serio el deber y el derecho de cuidar.

Estudios recientes sugieren que los hombres aspiran cada vez más a la conciliación de la vida laboral y familiar, y algunos expresan su deseo de participar más en la esfera familiar. Aunque la pandemia ha acentuado estas nuevas expectativas, sigue habiendo muchas barreras para que los hombres puedan cumplirlas (barreras contextuales, organizativas e individuales).

En España, Islandia, Noruega y Eslovenia los padres utilizaron el permiso mucho más que en Alemania, Austria o Polonia. España es el único país del mundo con la misma duración del permiso para madres y padres desde 2021, que además es totalmente intransferible.

Pasado el primer año de vida del niño, que puede estar más o menos cubierto por los distintos tipos de permisos, las empresas pueden promover la corresponsabilidad en el cuidado a través de otras políticas utilizadas por los hombres, como la reducción de horas extraordinarias, la reducción de jornada, la adaptación de horarios y turnos a las necesidades de cuidado, la jornada de 30-35 horas semanales sin reducción de salario y el teletrabajo regulado y voluntario.

3) Mujeres en mundos de hombres: segregación ocupacional por género y mecanismos de cierre social en profesiones dominadas por hombres.

La incorporación de la mujer al empleo no es igualitaria y casi siempre va acompañada de procesos de segregación ocupacional.

Estudiar porqué persiste la segregación ocupacional es importante porque la segregación ocupacional produce desigualdad en la vida de los trabajadores y es también una fuente de ineficacia y rigidez en el mercado laboral.

En los empleos en los que predominan los hombres se pagan salarios más altos, lo que perpetúa la brecha salarial entre hombres y mujeres. Se condiciona así el bienestar material presente de los asalariados, pero también su futuro. Entre otras profesiones en las que nos encontramos este problema se encuentran las albañilas, pilotas, estibadoras, mecánicas, policías, informáticas, reporteras gráficas, maquinistas.

Los menores ingresos salariales se traducen en menores prestaciones de jubilación y provocan una desigualdad en los recursos económicos que percibe el conjunto de las mujeres. Además, las ocupaciones con sobrerrepresentación masculina tienen, por término medio, mayor reconocimiento social y más oportunidades de promoción.

La segregación ocupacional debe ser abordada en las políticas públicas de empleo porque es una situación que, lejos de corregirse, se reproduce. Los individuos toman sus decisiones formativas teniendo en cuenta las oportunidades profesionales con mayores expectativas de inserción laboral y, además, se ven afectados por las distintas tradiciones de la cultura del trabajo.

María José Fraile 

Vicepresidenta y Secretaria de Igualdad y Conciliación

 

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